domingo, 17 de julio de 2016

La Reina de Cristal

Acabo de terminar de releer estos libros, aunque los había leído hace poco. Los vi en la estantería y sentí que debía releerlos, como una corazonada. Aún no sé qué estaba buscando, ni si lo he encontrado, pero sí que he aprendido muchas cosas.

La Reina de Cristal es otra trilogía de Ana Alonso y Javier Pelegrín, escritores de Tatuaje y La Llave del Tiempo (de la que ya hablaré más adelante), entre otras obras. Ninguno de los tres libros tiene subtítulo, así que no sé si tratarlo como trilogía o como libro separado en tomos. La editorial que ha decidido publicarlos es Edebé, y los tres salieron en bloque en el año 2014. Son libros bastante cortos para estos autores, pues en total son 778 páginas. La sinopsis del primer libro es:
«A los diecisiete años, todos los jóvenes de Hydra pasan por el ritual del mar, pero solo unos pocos, en su mayoría mujeres, se transforman en sirénidos y descubren su don: la videncia, la memoria, la compasión... El día en que Kira descubrió su don comenzó con un mal sueño... Sin embargo, ni siquiera eso le hizo presagiar el cambio que daría su vida: de la aldea de pescadores, a la corte, a las intrigas de palacio, a las luchas de poder entre las hermandades, la guerra con Decia... Y en medio de todo, Kira, el arma definitiva, la Reina de Cristal, en conflicto entre el amor y la traición a su pueblo».

Es una historia de fantasía, pero esconde muchas cosas más. Para empezar, la relación de Kira con el agua, no como la causa de sus dones mágicos, sino como un personaje más de estos libros. También tenemos asuntos políticos, pues estamos dentro de una guerra, asuntos filosóficos y, sobre todo, el sacrificio, todo lo que una persona tiene que sacrificar para descubrirse a sí misma, para (esto es interpretación mía) madurar, entregarse a la vida adulta. Pronto aparece en escena otro de los personajes fundamentales en esta historia, Edan, el hermano del rey de Decia, que se ha convertido en un rehén de Hydra para poder mantener una tregua, y que a pesar de ser un rehén, se las ingenia para darle más de un quebradero de cabeza a Kira.

La historia está narrada por Kira, en primera persona, alternando el pasado con el presente. Esto se debe a que lo que estás leyendo no es más que el diario interior de la protagonista, y de esa forma te sientes más cerca de ella, de la historia y de sus pensamientos. Es una técnica narrativa algo extraña, pero que sin duda funciona.

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